La multiplicidad de conceptos, puede facilitar una base, algo así como orientar la primera inquietud. Pero, los pasos decisivos, penden de la responsabilidad de cada uno.
Las toneladas de palabras, a partir de cierto momento en la comprensión, pueden perturbar el despertar, allí dónde es más importante el asentamiento sobre el propio estado de Ser.
La percepción, precisa serenidad, y aposentamiento de Si, fundamentalmente.
Las vias de acceso intuitivas, precisan estar despejadas, de conceptos artificiales impuestos.
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